Pobreza, incendios y encuestas: postales de la peor semana de Milei y la estrategia perpetua de redoblar la apuesta
El Gobierno tuvo una semana para el olvido con datos económicos y sociales que encienden todas las luces amarillas (y rojas). Milei decidió redoblar la apuesta y avanzar con nuevos ajustes.
En la peor semana desde que asumió como presidente, Javier Milei decidió redoblar la apuesta, siendo fiel a los principios que le permitieron llegar a la Casa Rosada. La pobreza se disparó, la indigencia se duplicó, la economía sigue cayendo, el consumo está desplomado…
La respuesta del Gobierno fue decidir más ajuste, más desregulación y redoblar la apuesta frente a las protestas. Para eso lo votaron. Milei está dispuesto a seguir adelante con el plan, su misión en la tierra.
Quizás la muestra más emblemática de la ideología libertaria de ese plan se dio en la provincia de Córdoba, que está viviendo una tragedia sin precedentes con incendios que no cesan y hectáreas y hectáreas de sus bosques quemados. La ayuda nacional fue bastante mezquina y hubo quejas de la gobernación por la falta de presencia estatal.
Los senadores cordobeses de la provincia, dos del PRO y uno del oficialismo local (Alejandra Vigo, la exesposa de Schiaretti) presentaron un proyecto para declarar la emergencia ambiental, económica y habitacional,.
Esto es un procedimiento administrativo que permite al Ejecutivo nacional moverse más rápido para intervenir en la tragedia, movilizando recursos, ampliando partidas presupuestarias (de ser necesario)… y todo sin necesidad de pasar por el Congreso para evitar la burocratización excesiva.
El proyecto se aprobó en el Senado con 55 votos a favor. Pero los senadores de la Libertad Avanza no lo votaron porque "no hay plata". O porque entienden que la Nación no tiene que apagar el fuego en una provincia.
“Nosotros estamos de acuerdo con la lucha contra el fuego, pero entendemos que no hay partidas asignadas y hay cuestiones que no son claras”, dijo Ezequiel Atauche, presidente del bloque oficialista, siguiendo la doctrina Milei: ningún proyecto puede aprobarse sin explicar de dónde salen los fondos.
Esa posición generó una fuerte crítica de Luis Juez, jefe de bloque del PRO y principal aliado del Gobierno en el Senado: "Qué mierda más tenemos que hacer para que el Gobierno sepa que en Córdoba la estamos pasando como el culo. Qué más tiene que pasar en mi provincia para que se den cuenta, dirigentes políticos, que hay gente que perdió todo", se quejó. (Miren video que no tiene desperdicio)
El proyecto no obligaba a desembolsar fondos; solo le daba herramientas a la Nación para ayudar. “No hay plata para los proyectos que al Gobierno no le interesan”, dijo la larretista Guadalupe Tagliaferri.
Esto lleva al extremo una postura del Gobierno de Milei que se ve en todas las áreas: los problemas de las provincias son de las provincias, y el Estado nacional no tiene que involucrarse en ningún asunto que sea jurisdicción provincial.
Cuando fue el temporal en Bahía Blanca, a poco de asumir, Milei viajó a esa localidad y -lejos de ofrecer ayuda- dijo “ustedes van a lograr resolver esta situación”. Hay un tema ideológico: Milei no cree que el Estado esté para asistir en una crisis de este tipo. Ni para casi ninguna otra.
La salida del ministro
Estas cuestiones también precipitaron la renuncia de ministro de Salud, Mario Russo, que renunció en teoría por temas “estrictamente personales”. No es mentira. Arrastra un problema de salud que le impide gestionar al 100%. “El Presidente es un crack”, repite a quien le pregunta.
Pero Russo era un hombre de “la casta”. Fue funcionario vecinalista, del PRO y del Aysa de Malena Galmarini antes de asumir como ministro libertario.
Le pedían un ajuste mayor al que él estaba dispuesto a hacer en los tiempos que le exigían desde el núcleo duro del Gobierno. “Se les va a pedir a las provincias que sean protagonistas en su gestión. Es parte de la responsabilidad que tienen”, explicaron desde la Casa Rosada. “Debían continuar profundizando los cambios. Y había una incompatibilidad en los tiempos”, describieron.
En la lógica de Milei, las secretarias de salud provinciales tienen que ser las primeras prestadoras sanitarios. El ministerio nacional tiene que centralizar alguna información con un área epidemiológica fuerte, con tecnología, inteligencia artificial, con datos, para tomar decisiones estratégicas.
“¿Por qué tiene que haber un hospital nacional en el Calafate? Por qué gastar guita de todos los argentinos en un resonador, que ni sabemos para qué lo usan”, dicen fuentes libertarias.
Hay más. El Gobierno quiere avanzar a fondo contra las prepagas. Dice que desvirtuaron su rol como prestador de salud y se volvieron agentes financieros; eso es lo que hace que no puedan bajar las tarifas. Son los mismos argumentos que usaba el kirchnerismo.
Russo mantenía buenos vínculos con distintos referentes del área. Y tenía una importante experiencia en la gestión pública. Algo que no es fácil encontrar en el resto de las dependencias del Estado libertario.
Universidades, nueva crisis
Este miércoles se va a hacer una nueva marcha interuniversitaria. El Gobierno no solamente no está aumentando los salarios docentes, sino que va a vetar la ley de financiamiento que votó el Congreso.
La UCR, en su última reunión del Comité Nacional, decidió exhortar a sus diputados y senadores a que voten la insistencia. Como siempre pasa con el radicalismo, es difícil pensar que todos vayan a cumplir ese mandato. De hecho, Pamela Verasay -vicepresidenta del Comité- votó en contra de esa parte del comunicado.
Milei avanza hacia el cierre virtual de las universidades. De hecho, en las altas esferas del Gobierno creen que el camino es transferirlas todas a las provincias, incluyendo a la UBA, como contó Stella Gárnica en esta nota. Saben que es jurídicamente muy difícil, pero no imposible. Van a ir buscando atajos legales.
Como con Aerolíneas Argentinas. Esta semana se empezó a debatir un proyecto para privatizarla. El tema se había discutido con la ley bases, pero no prosperó. En el Gobierno saben que no están los números en el Congreso para avanzar, especialmente en el Senado: muchas provincias pueden quedar virtualmente incomunicadas sin las frecuencias de Aerolíneas.
Por eso apelaron a una vieja ley de 1989 para declararla por decreto “sujeto a expropiación”. ¿Estarán en el Congreso los votos para frenar una movida así?
Con la discusión de la Ley Bases también tuvieron que sacar la privatización del Banco Nación. Pero ahora el Gobierno encontró un mecanismo alternativo: empezar a cerrar sucursales de provincias no alineadas. Arrancó por La Pampa. La justificación formal fue que la provincia tomó la decisión de duplicar la tasa de impuestos a los ingresos brutos de los créditos. “En La Pampa, el BNA posee una cartera de créditos de unos 100 millones de dólares, lo que duplica los depósitos que tiene en esa provincia. Además, cuenta con 14 sucursales y 202 empleados”, aclararon. Otra vez: que cada provincia se arregle con su propio sistema financiero.
La pobreza y la herencia
Todo este contexto de medidas que redoblan la apuesta se da en el peor momento de Milei con la opinión pública y cuando se conocieron los peores datos de pobreza desde 2001.
El jueves se publicó el índice de pobreza con indicadores más que tristes:
Una de cada 5 personas es indigente.
Casi 7 de cada 10 chicos de entre 0 y 17 años son pobres y 3 de cada 10 son indigentes.
La indigencia se duplicó en seis meses de gestión.
¿Es culpa sólo de Milei? Los números de pobreza solo mejoraron durante la presidencia de Néstor Kirchner (no era tan difícil porque se venía de números altísimos).
Cristina Kirchner mantuvo a los hogares en “riesgo alimentario” en torno al 12% durante sus dos períodos presidenciales. Entre 2007 y 2015, los hogares con “Ingresos insuficientes” aumentaron de 33,9% a 35,7% y los que recibían planes sociales crecieron de 11% a 30,6%. Son datos de la UCA; el INDEC estaba intervenido. Los que vinieron después solo empeoraron esos malos números. Pero Milei tiene que hacerse cargo de la parte que le toca, a pesar de "la pesada herencia".
Estimaciones privadas marcan que la economía está lejos de recuperarse y sigue con altibajos. El último trabajo de Orlando Ferreres mostró una caída intermensual del 0,6% y la caída anual sigue por arriba del 5%. El descenso sería peor si no fuera porque el agro crece 44%.
Encuestas: la caída de Milei
La semana pasada anticipamos en esta columna encuestas que mostraban que la imagen del Gobierno seguía sólida, pero que aparecían algunos datos que permitían anticipar una caída latente; esa caída llegó:
Según la Universidad de San Andres (Udesa), la imagen negativa del Gobierno creció al 51% y por primera vez hay más rechazos que adhesiones.
Apenas 39% cree que la situación del país será mejor el año que viene y 34% cree que su situación personal va a ser mejor.
La inflación fue desplazada al sexto lugar de preocupaciones. La mayor parte de los problemas son de bolsillo (empleo, bajos salarios, pobreza).
Esta encuesta es realizada cada 2 meses por la institución de manera sistemática y toma relevancia porque Udesa no trabaja para ningún espacio político.
Otra encuesta muestra una situación similar. Es la de Opina Argentina, dirigida por Facundo Nejamkis.
56% evalúa negativamente la política económica.
54% cree que Milei va por “mal camino”.
Estos números eran muy diferentes en la encuesta anterior de esta consultora. ¿Por qué cayó la imagen del Gobierno? Entre los votantes de primera vuelta de Mile,i la adhesión bajó del 84% al 64%.
La fiesta libertaria
En este contexto, Milei decidió lanzar su partido nacional con una fiesta en Parque Lezama y una entrevista con Susana Giménez.
A la exacta misma hora que el INDEC publicaba los números de la pobreza, “el Jefe” Karina Milei aparecía feliz fotografiándose con la conductora.
Son imágenes de la casta que van a quedar en el olvido si en los próximos meses la inflación da por debajo de 2, si se levanta el cepo y la economía crece. Aunque esos datos, por ahora, parecen ciencia ficción.
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