Milei vs. Macri: ¿La vuelta de Juntos por el Cambio?
Sectores opositores sueñan con la vuelta de Juntos por el Cambio y buscan candidatos para 2025. Los tres nombres en danza para CABA
El jueves al mediodía, el conflicto llegó a su punto más alto. El Gobierno nacional decidió mandar a funcionarios de segunda línea a una audiencia de mediación por los fondos de la coparticipación que Nación le debe a la Ciudad de Buenos Aires. En la reunión estaba Jorge Macri; esperaban a “Toto” Caputo, que no fue. Esperaban que Nación cumpliera su promesa de cumplir el fallo de la Corte Suprema y transferir los fondos como marca la ley.
Los funcionarios nacionales dijeron que no podían y plantearon algunas contrapropuestas de pagos en cuotas, mensuales o quincenales. No hubo acuerdo: la ley de coparticipación y el fallo de la Corte dicen que el "goteo" tiene que ser diario. En Ciudad no entienden bien por qué pasó eso. Había un compromiso del propio Milei a Jorge Macri de que -si le tenían paciencia- una vez que se ordenara un poco la administración iban a pagar todo sin chistar. Hay un conflicto abierto por los recursos, que también se va a extender a otros temas, como el de los subsidios a los colectivos.
Es imposible disociar esta discusión del quiebre final que se dio esta semana entre Mauricio Macri y Javier Milei. Un rato después de aquella reunión en la Corte, el Senado votó -con apoyo del PRO- una reforma a la movilidad de las jubilaciones que afecta al corazón del programa económico libertario: si ese cambio se hace efectivo, se termina el superávit fiscal y se cae el plan antiinflacionario del Gobierno. Milei lo puede vetar; pero el Congreso puede insistir. Difícilmente esas idas y vueltas gusten en los mercados.
El día anterior, el PRO había votado el rechazo del DNU que asignaba 100.000 millones extra para la SIDE; había sido la primera vez que el partido de Macri votaba en contra del Gobierno. Lo que implica en la práctica el quiebre de una alianza táctica que había dado resultado los primeros meses de gestión.
Los trolls que responden a Santiago Caputo empezaron a operar con críticas cada vez más furiosas a Macri en redes sociales.
El oficialismo quedó en la posición más incómoda. No solamente por los problemas con sus aliados, sino también acorralado por sus propias internas, que no hay quién ordene.
En Diputados, después de la derrota del DNU, hubo una tensa reunión del bloque de La Libertad Avanza con todo tipo pases de factura, especialmente por cómo se había manejado el escándalo de la visita de 6 diputados oficialistas a represores detenidos. A pesar de eso, era una charla que venía en un tono tranquilo, de tensiones políticas habituales.
En un momento, mientras hablaba el diputado Nicolás Mayoraz, se paró Lourdes Arrieta, una de las visitantes “arrepentidas”. “Tuvo un brote psicótico”, describe uno de los presentes. Gritaba y lloraba que le hicieron una cama, que le tendieron una trampa.
Cuando se abrió la puerta, entró a la reunión José Bonacci -papá de Rocío, otra de las diputadas visitantes- también gritando. Denunció a Mayoraz por violencia de género y amenazas a su hija. Un dato: los dos son de Santa Fe. Internas de la derecha local.
Es probable que esta semana las echen a las dos del bloque y las saquen del grupo de Whatsapp. Quieren tenerlas lejos.
Es un problema mayor para La Libertad Avanza.
Arrancó el año con 43 diputados.
Se le fueron Carolina Píparo y su cuñada, Lorena Macyszyn, y enseguida las acusaron de traidoras.
Después renunció el jefe de bloque, Oscar Zago, y armó rancho aparte con otros tres.
Le quedan 38. Si se concreta la expulsión se quedarían con 36.
Pero los problemas internos no se terminan ahí. En la votación por el DNU de la SIDE, Arrieta dio quórum; y a la hora de votar faltaron votos de 4 libertarios, por problemas diversos que al kirchnerismo no le pasarían.
Muchos señalan la falta de conducción del jefe de bloque. Aunque saben que es difícil conseguir un reemplazante. Todos los diputados son recién llegados y ninguno tiene experiencia política.
En el Senado no están mucho mejor. No hubo negociaciones para tratar de conseguir votos para impedir la reforma jubilatoria. El bloque libertario quedó en soledad, con el solo acompañamiento de la cordobesa del PRO, Carmen Álvarez Rivero. Villarruel no intentó cambiar ningún voto. El Presidente y la vice tienen las agendas cambiadas.
Macri y Milei comieron el miércoles por la noche. No parece haberse llegado a ningún acuerdo. Después de la comida, los senadores de Macri votaron en contra del Gobierno.
Macri, al día siguiente, salió a bancar la posibilidad del veto presidencial. Milei -a pesar de ese gesto- salió a decir que las explicaciones de Macri no le parecieron "satisfactorias" y advirtió que Macri no maneja a su tropa. Otro quiebre.
En los dos casos -en Diputados y en Senado- no hubo más votos en contra porque muchos legisladores estaban en Estados Unidos en un viaje de egresados multipartidario. Todo podría haber sido un poco peor.
En ese contexto, en el amplio espectro opositor se preguntan cuán viable sería una alianza electoral entre La Libertad Avanza y el PRO en las elecciones 2025: si a Milei le va bien, difícilmente sea generoso en el armado de listas. Si le va mal, va a ser un lastre al que hay que sacarse de encima.
Esto le preocupa al PRO, pero también es un asunto que inquieta a todo el resto de los espacios. Las opciones de acuerdo entre los opositores varían en función de si el PRO -y Macri- está en el menú de la oposición o del oficialismo. La UCR está prestando especial atención a esto. Hay sectores que creen que se puede reconstruir Juntos por el Cambio.
Por otro lado, hay un entramado complejo en muchas provincias en que el PRO y la UCR ya están indisolublemente ligados. ¿Cómo se les explica a votantes de Chubut, Chaco, Santa Fe que no están más juntos? Los acuerdos previos son importantes.
Obviamente, el caso más complejo es de Capital Federal. Ahí gobierna el PRO, líder absoluto del distrito. Y las cosas terminaron mal con Lousteau, que es la cabeza del radicalismo. ¿Son posturas irreconciliables? Los puentes siguen abiertos. Lousteau sigue hablando con los sectores más dialoguistas del PRO e incluso tiene algunas (pocas) patas en el gobierno de Jorge Macri.
¿Puede haber alguna forma de re-unir a Juntos por el Cambio? Algunos sectores creen que el que podría sintetizar la representatividad del espacio es Horacio Rodríguez Larreta. Él no descarta ser candidato, aunque no cree que pueda volver al PRO como tal.
“Podríamos hacer una interna con él y Lousteau y que gane el mejor”, se entusiasman en la UCR. También algunos creen que podría ser parte de esa interna Fernán Quirós. La duda es si Macri se bancaría apoyar una boleta encabezada por alguno de ellos.
La otra duda que sobrevuela es el acercamiento de Lousteau al kirchnerismo. En el peronismo no lo ven con malos ojos para encabezar una boleta que los incluya. En la UCR local no quieren saber de nada. Y están pidiendo un gesto explícito de Lousteau para cerrar esas puertas. Cerca del economista dicen que la posición es clara contra Milei, y que eso no implica acuerdo alguno con los K. Se habló mucho de una boleta con Leandro Santoro; en realidad ellos dos nunca se juntaron.
“Estas internas se ordenan solas. Las ordena la gente. Es un error pensar que esto lo vamos a poder decidir nosotros desde la rosca”, opina un importante operador porteño.
Es una frase que suele repetir también Sergio Massa, y que fue la base filosófica de conformación del Frente de Todos. Es la misma base que lo hace mantenerse hoy en silencio.
La economía desordena la política
El EMAE es el índice de actividad económica que volvió a dar un mal resultado. En junio cayó 3,9% interanual, un número parecido a la caída de diciembre y enero (había sido de 4,2% y 3,8% respectivamente). Se congela la hipótesis de la “leve recuperación” que se había iniciado el mes anterior.
La caída no fue peor porque el agro creció un 82% interanual (se recuerda que venimos de un año de sequía) y la pesca 34%. Industria comercio y construcción cayeron en torno al 20%. Además. el consumo en supermercados cayó un 7,3%.
Este dato no se puede disociar de lo que está pasando en la política. Como contamos en esta columna desde hace meses, “la política” (los políticos) lee estos movimientos y anticipa sus jugadas en función de los termómetros de la economía y la sociedad. Si Milei no logra mostrar resultados, es probable que empiece a perder apoyos.
Los acuerdos políticos son clave para sostenerse en las épocas difíciles, donde una parte de la sociedad puede sentir que se quiebra el contrato electoral con el Presidente. El 30% que simbólicamente lo votó en las PASO, lo va a seguir bancando; pero hay un 26% que va viendo qué onda.
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