La alianza táctica entre Cristina y Milei, el factor "Elfo" y el teorema de los gobernadores de centro
La vuelta a escena de Cristina Kirchner fue celebrada por el Gobierno en medio de los mil frentes abiertos que tiene. ¿Quién es el "Elfo" que puede poner en jaque el proyecto libertario?
Cristina Kirchner volvió a escena en una semana que va a traer nuevos dolores de cabeza políticos al Gobierno. La reaparición de la expresidenta oxigena al oficialismo con su propio electorado. Si solo hay dos opciones en el horizonte, mejor mirar al futuro que al pasado. Ese futuro lo encarna Milei. El acting de Los Pimpinela vía X los fortalece a los dos.
Mientras tanto, el resto de la casta sigue buscando un mínimo de protagonismo.
La carta de Cristina
Cristina Kirchner lanzó un documento este viernes que tituló “Es la economía bimonetaria, estúpido”. El insulto es una referencia un poco anacrónica de la campaña presidencial de Bill Clinton de hace 30 años. No viene al caso.
La carta -por si no la leíste- se estructura en 8 partes:
Tramo largo que dice que Milei es interventor y no libertario (porque interviene en mercados de cambio, el precio del dólar, los salarios, etc).
Otro tramo que explica que la inflación no es culpa de la emisión, sino de la economía bimonetaria.
Críticas a la situación social que se vive por culpa de las políticas del Gobierno.
Una explicación larguísima donde narra que las sucesivas crisis económicas son culpa de las corridas cambiarias. Y dice que ella fue la que más corridas sufrió, lo que la obligó a poner el cepo.
Le pega al gobierno de Alberto por la política económica y por la foto de Olivos.
Hace una autocrítica desde el peronismo, resaltando que se quedaron viejos en la representación (ahí, por primera vez, veo autocrítica en serio).
Dice que hay que organizarse en una nueva representación.
Da a entender que Estados Unidos nos quiere dominar con la deuda.
Si te interesa leerla completa, leela acá. Si no, seguimos adelante con alguna explicación.
Primero, en esta vamos a darle la derecha a Milei: lo que generó las corridas -contestó el Presidente- fue que Cristina y Néstor, de 2007 en adelante, empezaron a dibujar los números de la inflación. Todo subía de precio menos el dólar, que seguía anclado a la inflación delirante que daba el INDEC.
Como era el único bien que no subía de precio, todos querían comprarlo. Si Cristina devaluaba, reconocía la inflación latente y a su vez iba a producir un espiral inflacionario mayor. Producto de la cobardía política, no devaluó, no hizo los ajustes que había que hacer (infinitamente menor al que está haciendo ahora Milei) y nunca más pudimos salir de esta crisis.
Pero demos vuelta de página y miremos hacia adelante.
Lo más interesante de la carta de Cristina es que por primera vez en muchos años hace un reconocimiento explícito de los errores que cometió el peronismo (que ella lideró todo este tiempo). “Ya mil veces dijo que venía a cambiar y al final siempre vuelve igual”, me dice un escéptico. Es cierto, pero esta vez es un poco distinto porque es mucho más detallista.
En todo esto falló, según ella, el peronismo:
No advirtió la modificación de las relaciones laborales de la población económicamente activa.
No avanzó sobre el viejo modelo de Estado omnipresente que derivó en ineficiencia e ineficacia.
No impulsó la reversión del déficit fiscal.
No planteó una revisión profunda de la educación pública.
No pudo superar el consignismo de la desigualdad social y el gatillo fácil.
No reparó en las modificaciones del campo de la comunicación social por el avance de la tecnología.
El punteo es un resumen. Pero la novedad es que en todo ese apartado no le hecha la culpa a nadie, ni de su propia fuerza sino de afuera. Cristina es suficientemente inteligente como para entender que ella fue la que lideró el rechazo a esos cambios.
El factor Congreso
El Congreso se prepara para generar otra derrota contra el Gobierno de Javier Milei. Salvo que haya cambios de último momento, el Senado va a voltear el DNU de la SIDE y va a votar la ley de financiamiento universitario. Va a haber otro veto. La tensión política está en su peor momento. Y no parece haber forma de frenarla.
En Diputados, el miércoles se va a intentar voltear el veto a la reforma jubilatoria. Hubo un pedido de sesión especial convocado por todos los bloques “dialoguistas” y aliados, menos el PRO. El oficialismo necesita 86 votos para frenarlo; por ahora no los tiene.
“Tendrían que traernos alguna contrapropuesta”, cuenta una legisladora radical que quiere evitar otra derrota. Pero por ahora esa propuesta no llega.
Las malas noticias no terminan ahí. El senador camporista Mariano Recalde dijo que no van a aprobar el pliego de Ariel Lijo para la Corte Suprema. El Gobierno insistía hasta la semana pasada en que tenía los votos. Otro error de cálculos.
El Gobierno y el desgobierno
La euforia en el mundo financiero contrasta con lo que se ve en la calle. Los dólares blue y financieros bajaron. Pero la expectativa de inflación para agosto está en torno al 4% (cuarto mes consecutivo con mismos números) y se conocieron datos de pobreza de arriba del 50%, medidos por la UCA. Los datos de consumo y actividad económica también pintan por el suelo, si se mira por ejemplo la evolución del IVA.
Esta semana va a haber marcha importante de sindicatos y movimiento sociales. La CGT está en estado de letargo.
Adorni festejó que no hay piquetes desde hace meses. El control en las calles parece inversamente proporcional a lo que pasa adentro del Gobierno.
Esta semana se dio otro escandalete por la supuesta publicación de un supuesto video que podría comprometer a Javier Milei. Dicen en los pasillos que la que anda amenazando con mostrarlo es Lilia Lemoine, vaya uno a saber con qué objetivo. Fue una de las cuestiones que disparó la pelea con Marcela Pagano.
El poseedor de ese presunto video comprometedor (algunos dicen que es de Milei poseído; otros hablan de detalles más morbosos) sería el “Elfo”, un microinfluencer que convivió con Lemoine en 2021 y que fue parte del primer entorno de Milei cuando fue candidato a diputado por la Ciudad.
Su nombre es Luis Padron, formoseño y en 2022 -cuentan las fuentes- Milei se pudrió y lo hizo volar. “Es loco, pero es buen pibe”, cuenta alguien que compartió largas veladas con él. Su personalidad no le permitió tolerar los maltratos del espacio, especialmente de Karina Milei, que lo había estigmatizado por estar cerca de Lemoine.
Las internas de La Libertad Avanza van a seguir dando que hablar. Son cuestión de Estado.
Se rearma el mapa electoral
Los gobernadores empiezan a pensar en 2025. Cada vez son más los que creen que hay que alambrar las provincias, dedicarse a gobernar y no pensar demasiado en las elecciones nacionales; mucho menos en 2027.
En una lectura compartida entre distintos gobernadores que ven para 2025 un escenario parecido al que se vivió en la Argentina en 2009: ganó De Narváez en Provincia, pero el kirchnerismo sacó más votos a nivel nacional, por poquito.
Ven a un Milei ganando con un 30%, gracias a la sostenida baja de la inflación, pero sin poder superar su propia marca por el peso de la recesión. Ni siquiera los más optimistas ven un crecimiento económico consolidado.
Por eso difícilmente haya un armado nacional de cara a las elecciones 2025. Algunos van a desdoblar las elecciones locales de las nacionales para no tener que competir contra el gobierno nacional.
Milei se va a afianzar como primera minoría y a partir de eso hay que ver cómo se puede ordenar la oposición. ¿Pueden hacer alguna alianza para la presidencial de 2027 los gobernadores de centro? “Eso lo va a ordenar la gente”, responde uno de ellos.
El grupo de gobernadores no kirchneristas ve que en el escenario futuro se van a reafirmar dos modelos de país: por un lado, se perfila un modelo centrado en la actividad financiera; por otro, se plantea un enfoque anclado en el desarrollo sostenible y la producción.
Estos gobernadores, que están en constante comunicación, se encuentran fundamentalmente en la región centro del país. Las dos caras más visibles son Martín Llaryora (Córdoba) o Maximiliano Pullaro (Santa Fe). Algunos, incluso, ven con buenos ojos a Axel Kicillof y lo distinguen de Cristina Kirchner y el kirchnerismo.
Llaryora suele repetir que la gente quiere un modelo económico y productivo como el de Córdoba y lo contrapone a la idea de Milei.
Esos intercambios no implican alianzas en el corto plazo, sino que son más bien para unificar estrategias en torno a un eventual avance del gobierno nacional.
En ese grupo también aparece Rogelio Frigerio, que -a pesar de ser parte del PRO- tiene una historia familiar desarrollista; su abuelo fue el hombre clave de la economía de la presidencia de Frondizi.
También sobrevuela este armado Horacio Rodríguez Larreta, que acaba de lanzar su fundación MAD (Movimiento Al Desarrollo); otro que vuelve a los orígenes desarrollistas que comparte con Frigerio.
Larreta está trabajando territorialmente con varios gobernadores. Esta semana estuvo en Santa Fe, donde le está dando asistencia a Maxi Pullaro. Funciona para varios gobernadores como consultor en gestión, da asistencia y está encima de algunos temas puntuales.
Los gobernadores peronistas también hacen su juego.
Este martes, Gildo Insfrán, gobernador de Formosa, convocó a la Asamblea del Consejo Federal de Inversiones.
Es un organismo clave que está compuesto por 22 provincias -excluyendo la Ciudad de Buenos Aires y San Luis- que se encarga de hacer una coordinación técnica de inversiones y desarrollos para cada distrito. Maneja una caja millonaria, y habitualmente funciona como búnker del peronismo cuando está en la oposición.
Hoy, el Consejo es presidido por un dirigente vinculado a Eduardo “Wado” Pedro, de perfil más bien técnico. Siempre el peronismo mantuvo la hegemonía sobre este instituto.
Por primera vez desde la vuelta a la democracia, el peronismo no tiene mayoría de gobernadores. Eso hizo que el no peronismo viera la posibilidad histórica para hacerse el control de ese organismo. En estos días se debatió mucho entre Juntos por el Cambio y gobernadores independientes quién podría quedar al frente. No hubo acuerdos.
Parece que el peronismo se va a volver a imponer. Esto pone en relevancia a los gobernadores en su propia interna con Cristina. Hay una disputa de poder latente.
La carta de Cristina no opera en el vacío. En dos meses se eligen autoridades en el peronismo. Dos meses después empieza a correr el año electoral.
“Hay que poder enderezar las experiencias y ordenar las nuevas demandas para poder alinear pensamiento, palabra y acción: una trilogía indispensable a la hora de formular propuesta y estrategia que permitan organizar una fuerza política que vuelva a representar mayoritariamente, para pasar de ser oposición a alternativa de gobierno”, sintetizó. No queda claro quiénes serían los intérpretes de ese nuevo tiempo.
Mientras Cristina escribía, Milei festejaba. Los dos intercambiaron hermosos tweets como si fueran los Pimpinela. Nada le viene mejor a Milei que recordarle al votante independiente quién está del otro lado.
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