El día que Milei se convirtió en "casta"
El detrás de escena de las negociaciones para evitar nuevas derrotas en el Congreso. ¿Por qué Milei tuvo que sentarse personalmente a negociar? Los asados que vienen y el rol de Karina Milei.
Javier Milei quedó a 4 votos de sufrir una insistencia que hubiera terminado virtualmente con su Gobierno. Sumado al histórico rechazo al DNU de los fondos de la SIDE y el aumento del presupuesto universitario, hubiera sido un combo letal. Además, Milei aceptó que no le puede seguir dando la espalda al Congreso -como hizo cuando asumió- y por eso este domingo le va a hablar de frente a "la casta" para presentar el presupuesto 2025. Va a ser por cadena nacional a partir de las 21.
Todo empezó hace diez días, cuando decidió cambiar de estrategia. Ya no da la espalda ni les dice “ratas” a los legisladores; ahora pasó a mirarlos de frente y a convertirse él en “una rata” más (aclaración: desde esta página reivindicamos la negociación política, incluyendo el uso de todo tipo de recursos lícitos para sostener un programa de gobierno, nos gusten o no esas medidas. Léase la palabra "rata" como un apodo cariñoso).
El punto máximo de la negociación se dio horas antes de la sesión, en el momento en que se anunció sorpresivamente la renuncia de Pedro Galimberti, diputado radical por Entre Ríos que había votado a favor de la reforma jubilatoria. En su lugar entraba Nancy Ballejos, del PRO: el oficialismo se ganó una banca. Todo se negoció con el gobernador Rogelio Frigerio.
Galimberti fue designado al frente de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande (CTM), un cargo en un ente binacional para el que lo había propuesto Frigerio hacía dos meses. Cerca del gobernador dicen que todo estaba acordado de antes; pero es inevitable mirar que los tiempos se precipitaron antes de la sesión. Aquel lunes en que se anunció la renuncia, Frigerio estuvo en Casa Rosada.
Al día siguiente de conocida esa noticia, Milei se puso al frente de otra reunión con diputados radicales. Aunque el tema de discusión eran los jubilados, estaban en la reunión Patricia Bullrich (ministra de Seguridad) y Luis Petri (Defensa). El presupuesto previsional no parece ser un tema de riesgo en la seguridad nacional.
Pero los radicales sucumbieron a los encantos del Presidente y se comprometieron a no votar en contra del Gobierno, aunque tres meses antes habían apoyado la reforma jubilatoria. Se iluminaron con las Fuerzas de Cielo.
Así nació el radicalismo libertario. "El peronismo negocio un punto del PBI para acompañar a Macri en el primer tramo de su gobierno. Estos cerraron por una promesa de candidatura en las legislativas de 2025", se queja un radical del ala crítica.
Todo va a terminar con un gran asado para los 87 que votaron a favor del veto en la Quinta de Olivos. No queda claro si va a ser “con la tuya” o si van a dividir a la romana.
Menos suerte tuvo el Gobierno con el DNU que asignaba 100.000 millones de pesos para la SIDE que fue rechazado por el Senado. Eran fondos que iba a manejar Santiago Caputo, el monotributista multiasesor presidencial, que anda llorando en charlas privadas por no disponer de esos recursos. Su enojo es fundamentalmente con el PRO, aunque también se queja de los radicales.
Milei también encabezó esas negociaciones. La idea era dar una semana más de tregua para que el Gobierno pudiera explicar en sesión secreta cómo iba a usar esos fondos.
Pero la lógica política tiene exigencias que los mercados no entienden. Cerrar un acuerdo con un jefe de bloque nunca implica que sus dirigidos lo vayan a aceptar. El líder de una bancada es un “primus interpares”, un coordinador sin poder real. Cuando el jefe del radicalismo en el Senado, Eduardo Vischi, se dio vuelta y habló con sus senadores, la cosa se le complicó. Pocos estaban dispuestos a posponer el tratamiento del tema.
El tratamiento del DNU se había acordado el 4 de septiembre en una reunión de todos los jefes de bloque. Para poder eliminar el tema se necesitaba el voto de la mitad más uno de la cámara. No lo tenían. Es el riesgo que corre el Senado cuando no tiene quién opere políticamente los deseos del Presidente. Y cuando pocos en el oficialismo conocen el reglamento.
En esa sesión, Victoria Villarruel se anotó un poroto porque logró la aprobación de la boleta única, que había sido uno de los primeros objetivos que se puso cuando asumió la vicepresidencia. De hecho, no estuvo en la votación de las dos leyes que perdió el oficialismo.
El triunfo de Milei que celebra el peronismo
La boleta única implica cambiar el tradicional método de votación que usamos en la Argentina a nivel nacional por una boleta de papel que entregará cada presidente de mesa al elector.
Una vez en el cuarto oscuro, cada votante tiene que tildar con una birome a quién va a votar en cada categoría (presidente, diputados, senadores, etc). Así, se termina el robo de boletas, el voto en cadena y otras costosas trampas del día de la elección (ya aparecerán otras nuevas…).
El tema venía trabado hacía meses en el Senado porque no se ponían de acuerdo los partidos nacionales (PRO, UCR…) con los provinciales. El proyecto de Diputados, permitía tildar en una opción que fuera “votar la boleta completa”. Una manera de desincentivar el corte de boleta.
Los partidos provinciales, sin representantes a nivel nacional, querían evitar esa opción. Saben que para la gente es más fácil no pensar tanto y votar al partido entero. Eso los dejaba a ellos fuera de carrera.
Así sería la boleta
El oficialismo, sin los provinciales, no llegaba al número que necesitaba para aprobar la ley. Así que hubo que modificar la boleta para que no esté la opción de votar a la lista completa.
Paradójicamente, el peronismo lo termina celebrando. Para el caso de que a Milei le vaya bien a nivel nacional -y que ellos no puedan ordenar su interna-sería un alivio: gobernadores e intendentes no van a tener que estar tan pendientes de cuál sea el candidato nacional para poder retener sus distritos.
Fue la carta que siempre usó Cristina para poder sostener su liderazgo: a todo aquel peronista que osó acompañar a otro candidato nacional en los últimos años, le terminó yendo muy mal y perdió su distrito. No importaba la popularidad del intendente: muy pocos podían con el fenómeno de ir contra Cristina. En el peronismo ven esto como una oportunidad.
Adentro de La Libertad Avanza saben que esta ley es un problema para la construcción como partido. Ya no van a poder colgarse de la cara de Milei para poder ganar diputados, senadores o gobernaciones. ¿Será tan fuerte la marca de La Libertad Avanza para hacer que cualquier candidato gane? Va a depender de la construcción que hagan los armadores, que hasta ahora no mostraron demasiada pericia.
En la misma sesión del Senado, se aprobó un aumento del presupuesto universitario. Milei ya avisó que lo va a vetar.
Sectores universitarios se entusiasman con una marcha masiva como la que se hizo en abril. Difícil de repetir. Hoy, la agenda pasa por otro lado. Hay quienes se entusiasman y ven a Emiliano Yacobitti (dirigente radical universitario y socio político de Lousteau) como el posible líder de una revuelta que lo catapulte a nivel nacional. Ilusiones.
La imagen de Milei y del Gobierno no está tan sólida como hace un tiempo. Los números muestran desgaste.
Un estudio de la consultora Circuitos, de Pablo Romá, hecha entre jóvenes del AMBA dio que:
Apenas un 30% está de acuerdo con las medidas de Milei y 29% está en contra. 40% no sabe.
Solo 34,8% tiene mucha confianza en el presidente.
53,6% vive este proceso con “preocupación e incertidumbre”.
Solo 64% lo volvería a votar (27% duda).
Los jóvenes son el principal núcleo duro de los apoyos de Milei.
Otra: la última encuesta nacional de esta consultora (para todo público, no solo jóvenes) muestra:
50,8% dice estar en desacuerdo con las medidas del Gobierno (38%, a favor).
Apenas 33% vive este proceso con optimismo y esperanza (era 52% en marzo).
Y solo 6 de cada 10 dice que lo volvería a votar.
Es imposible disociar estos números de los datos de inflación, principal ancla de la expectativa ciudadana en el Gobierno. Este miércoles se conoció que en agosto fue de 4,2%. Es el cuarto mes consecutivo que empieza con 4. El descenso ya no es tan claro.
Es cierto que el Presidente siempre dijo que la inflación por emisión tiene un rezago de hasta un año y medio. ¿Habrá paciencia para esperar tanto?
Si la economía no responde, se necesita tener controlada a la política. Siempre “la casta” va a apoyar mientras la gente banque. El tema es si la situación social y de la opinión pública se empieza a descontrolar.
Milei está haciendo los deberes; Karina también. Junto con Martín Menem, cerraron este fin de semana la reincoporación de Carolina Píparo y su cuñada al bloque de La Libertad Avanza. Habían terminado muy peleadas después de la campaña. Ahora lograron blindar el apoyo.
— Carolina Piparo (@CarolinaPiparo) September 13, 2024
Cristina ordena a su gente
Cristina Kirchner fue recibida en la Universidad Nacional del Oeste (Merlo) por el intendente Gustavo Menéndez y muchas banderas de La Cámpora. Estaban también Verónica Magario y Axel Kicillof sentado delante de Mayra Mendoza. No estuvo el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, que sí participó al día siguiente de un acto con el gobernador.
En los últimos días, hubo cruces muy importantes entre referentes de La Cámpora y Ferraresi, que hoy es uno de los armadores de Axel Kicillof. Muchos sectores del peronismo le piden a Axel una muestra de independencia.
Kicillof sabe que se tiene que dedicar a gestionar porque, si no, se lo comen crudo. A la vez, si no empieza a armar algo políticamente, no va a poder despegar nacionalmente de la figura de Cristina. Si despega demasiado, va a tener problemas de gobernabilidad en su provincia. Tiene muy poco margen. Es la famosa "Maldición de Alsina"
El ultracristinismo salió a reivindicar la figura de la jefa. “Cristina es la líder más importante del campo popular”, dijo Martin Sabbatella antes del acto. Todo un mensaje de que sin Cristina no se puede.
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